El futuro de la innovación en las empresas pasa por las comunidades de innovación
En el último año se ha hablado mucho de la revolución que va a suponer la pandemia tanto a nivel empresarial como social, educativo o cultural en los próximos años. Sin embargo, nosotros creemos que más que una revolución va a ser una aceleración de tendencias que ya se respiraban a finales de 2019.
Una de esas tendencias es, sin duda, las comunidades de innovación, un concepto con el que llevamos años trabajando en diversos sectores y que llegó para quedarse. Como comentamos cuando hablamos de innovar a través del Design Thinking durante la crisis del coronavirus se demostró que es la forma más ágil de innovar, incluso en situaciones tan adversas como las vividas.
Qué es una comunidad
Antes de meternos en materia deberíamos definir el concepto de comunidad. Según la RAE, una comunidad es un conjunto de personas vinculadas por características o intereses comunes. Además de esto, para que esa comunidad perdure en el tiempo y sea sostenible, tiene que haber un sentimiento de pertenencia a la misma y un propósito común. Algunos ejemplos de comunidades que han conseguido perdurar en el tiempo y donde se aprecian claramente estos dos puntos son:
Menéame – Comunidad democrática de noticias donde los usuarios suben las que les parecen interesantes y los votos de la propia comunidad definen la visibilidad que tienen en la plataforma.
Thingiverse – Comunidad de referencia del mundo Maker, donde los usuarios suben archivos digitales que todo el mundo puede descargar para imprimir en 3D.
Wikipedia – La mítica enciclopedia en internet.
Qué es una comunidad de innovación
La característica principal de una comunidad de innovación es que el propósito común es innovar, mejorar lo establecido, hacer avanzar a su organización, sector o sociedad. Como ejemplo, una de las últimas comunidades de innovación social que conocimos es la que acaba de presentar recientemente la Unión Europea con la plataforma digital sobre el futuro de Europa. En ella aparecen de nuevo estas dos variables que comentábamos anteriormente, por un lado el propósito común, que en este caso es definir el futuro de Europa, y por otro el sentimiento de pertenencia a través de formar parte del cambio.
Estas comunidades de innovación comparten una serie de insights como son la horizontalidad, la transparencia o la motivación, que son los que permiten que funcionen tanto a corto como a largo plazo.
Tipos de comunidades de innovación en las empresas
Este concepto de comunidad de innovación llevado al mundo empresarial puede desarrollarse de múltiples formas, a continuación explicamos algunas en las que hemos participado a través de diferentes proyectos.
Comunidades de innovación internas: son comunidades formadas por trabajadores de la empresa u organización que están interesados en mejorar productos, servicios o procesos de la misma. Esto le permite a las compañías innovar de manera continua y aprovechando los recursos propios. A veces tanto estas comunidades como las que siguen se abren a expertos externos para conseguir mayor agilidad, ampliar el conocimiento o dinamizar la propia comunidad.
Comunidades de innovación de cadena: además de contar con trabajadores de la compañía tienen en cuenta miembros que forman parte de la cadena de valor de la misma, como proveedores, prescriptores, distribuidores, etc. Son comunidades más ricas que las anteriores, ya que ofrecen un conocimiento más integral y diverso.
Comunidades de innovación con usuarios finales: estas comunidades, aunque pueden formar parte de las anteriores, también pueden ser específicas, es decir, que solo formen parte de ellas usuarios finales. Son muy útiles tanto para conocer necesidades en tiempo real como para obtener feedback rápido de los productos o servicios de la compañía. Esto potenciará el vínculo empresa-usuario, estableciendo una relación y fidelizándolo.
Comunidades de innovación sectoriales: son comunidades donde el propósito común trasciende la propia empresa y tiene que ver con el sector al que pertenece la misma. Estas comunidades pueden contar con competidores, centros tecnológicos, grupos de investigación, etc. Normalmente trabajan a largo plazo y en proyectos donde el grado de complejidad es alto.
Comunidades de comunidades: se conforman cuando cualquiera de las anteriores forma parte de otra comunidad más global, normalmente en torno a metodologías, filosofías, tecnologías, etc. Un ejemplo de este tipo de comunidades más globales podría ser la comunidad maker, de la que forman parte muchas comunidades más pequeñas de compañías, como Arduino, Micro:BIT o Raspberry, o sectores como Impresión 3D, robótica o electrónica.
Por qué son importantes las comunidades de innovación
En un mundo donde todo va cada vez más rápido, necesitamos estar conectados de forma permanente con todo nuestro ecosistema, detectando de forma ágil necesidades u oportunidades que nos permitan seguir siendo útiles a nuestros usuarios y por lo tanto sobrevivir como empresa.
Las propias dinámicas que se generan en las comunidades dan lugar a un proceso de aprendizaje mucho más ágil y exponencial que el tradicional, lo que permite incrementar el valor de las organizaciones. Seguramente el desarrollo de la IA lo conseguirá, pero actualmente no existe una innovación más rápida y mejor que la que puede llevar a cabo una comunidad de innovación motivada.
Además, la generación de comunidades de innovación suponen una inversión muy baja para las compañías en comparación con el retorno que generan de forma continua y a largo plazo, algo a tener muy en cuenta en tiempos de incertidumbre, donde lo primero que se suele recortar es la innovación.
Si quieres innovar dentro de tu organización es el momento de que dejes de pensar en individuos o departamentos y pienses en comunidad.
Pingback : Claves para crear una comunidad de innovación en la empresa
Es cierto que es necesario pensar en la innovación dentro de tu propia comunidad, ver sus necesidades más cercanas con el fin de poder encontrar una pronta solución, nos encontramos actualmente en un mundo dónde debemos actuar de forma muy rápida y saber cómo y dónde empezar a innovar es una parte muy importante para lograr así generar un buen retorno rápido, seguir generando y haber tenido una inversión baja. Para eso es importante darse cuenta dentro de tu propia comunidad, así seas un trabajador para mejorar procesos y ayudar a innovar el producto, así seas una empresa escuchando a tus clientes a través de los feedback que dejan, esto te permitirá a confrontar sus necesidades de manera más inmediata, consistente y eficiente. Así también entra el Desing Thinking, donde buscamos la resolución a los problemas que pueden ser dentro de nuestras comunidades cercanas, con lo que es tecnológicamente viable y que genere valor.
Como bien dices, independientemente del ámbito que sea (producto, servicio…) lo fundamental es analizar al usuario, a la comunidad 🙂