Persona como elemento central en la publicidad
13
Abr

La persona como elemento central en la publicidad

Publicidad cada día, en todas partes

Hoy vamos a adentrarnos un poco en el mundo de la publicidad. Todos somos consumidores y en la sociedad actual nos vemos invadidos por cientos e incluso miles de impulsos publicitarios diarios: la radio cuando vamos en el coche a trabajar, el periódico cuando paramos a tomar el café, la valla publicitaria que hay frente a la oficina, el flyer que te dan en mano cuando vas hacia el coche, los marcadores de precios con descuentos/promociones en el supermercado, la tele al llegar a casa… y hasta en Facebook cuando te conectas por la noche antes de acostarte.

Todos estos estímulos, además de los que recibimos de forma normal en nuestro día a día (semáforos, saludos de otras personas, un bache que debemos esquivar, una señal con la que no queremos tropezar…), hacen que cada vez prestemos menos atención a la publicidad, por muy invasiva que sea, directamente la ignoramos.

Ante esta situación, no son pocas las empresas que han optado por llevar a cabo estrategias de publicidad muy agresivas. Aquí tenemos muchos ejemplos en Internet, donde podemos ver páginas web infladas de banners, sliders o pestañas emergentes que aparecen y desaparecen y que sólo les faltan las luces de neón 🙁 No, eso no nos gusta… igual que no nos gustaba que nuestra madre nos metiese las espinacas con calzador en cada comida (jeje).

La publicidad centrada en las personas

Por estas razones, la publicidad y la comunicación de una marca debería centrarse en lo realmente importante: las personas. Al fin y al cabo, la publicidad es una herramienta que una marca utiliza para transmitir un mensaje, si lo haces mal y de forma agresiva me vas a transmitir que eres una marca “cansina”, si lo haces bien, ofreciéndome cosas que me gustan, harás que me interese por ti e incluso te tenga presente en mi mente cuando necesite algo de tu ámbito.

Por eso hoy os quiero traer un ejemplo de comunicación de una gran marca que, adaptándose a la cultura del público objetivo y jugando con elementos identificativos del entorno, ha conseguido llamar la atención de los consumidores y formar parte de sus temas de conversación de una forma positiva.

Apple como ejemplo de estrategia de publicidad que cuenta con las personas y su entorno

Se trata de Apple. Hasta hace unos años antes de inaugurar sus tiendas las cubría totalmente con un mural negro con el logotipo de su manzana. Pues bien, pensaron que podrían mejorar la estética y agradar al público objetivo de la zona de inauguración adaptándose a su cultura y sus gustos. Hoy en día contamos con diferentes ejemplos, el primero que os pongo es el más próximo a nosotros, con la apertura de la Apple Store en Barcelona, crearon un mural modernista inspirado en los mosaicos que podemos ver en el Parc Güell 🙂

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Esta otra, en Hangzhou (China), albergaba un mural creado por un importante calígrafo moderno que presentó un poema escrito hace 2000 años en el que se celebraba la importancia de esa ciudad.

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Y también en China, el pasado año, en Chongqing, juntó a un fotógrafo y a una pintora para crear juntos un mural que representara a dicha ciudad y la forma de ser de sus gentes. Podéis ver el making off donde explican en qué se basaron para hacerlo en el siguiente vídeo.

Como veis, un simple mural es un elemento de comunicación y, bien utilizado, puede ser muy útil para la empresa de cara a mostrar sus valores y a hacernos ver, como en este caso, que piensan en el público al que se dirigen, tienen en cuenta sus características particulares y se adaptan a él. Porque, al igual que en el Design Thinking, en publicidad (y en prácticamente todos los ámbitos), el centro de nuestro trabajo debería ser la PERSONA 🙂

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