pensamiento sistemico año nuevo
8
Ene

Pensamiento sistémico para comenzar el año

Primer post del año 2020 y queremos hablar sobre algo que podemos aplicar tanto a nuestro día a día de forma individual como a nivel empresarial. Así que tanto si vienes aquí para encontrar una nueva de afrontar los propósitos de año nuevo, como si vienes para encontrar una nueva forma de solucionar los problemas que se producen en tu empresa, esperamos que este post te sirva de inspiración. 😀

Origen del pensamiento sistémico

Aunque hay distintas versiones sobre su origen, una de las más apoyadas es la que hace referencia a Bertalanffy, quien cuestionó la aplicación del método científico al ámbito de la biología, ya que él consideraba que esta visión no explicaba realmente todos los problemas que se producen en los sistemas vivos, precisamente porque son muy cambiantes y dependen de múltiples relaciones con otros sistemas. Su reformulación le llevó a plantear el paradigma de sistemas.

Por tanto, el pensamiento sistémico afirma que el todo es diferente a las partes por lo que la percepción general y el análisis deben realizar sobre la totalidad. Además es un pensamiento integrador, ya que las soluciones que se plantean deben incluir a todos los subsistemas (por ejemplo, a los departamentos de una empresa), al resto de sistemas con los que mantienen relación (en el mismo ejemplo serían los proveedores y distribuidores) y el contexto en el que se producen las relaciones (puede ser una localidad, una comunidad autónoma, un contexto económico, etc.).

Aplicar el pensamiento sistémico al día a día

En nuestro día a día constantemente nos surgen problemas o inconvenientes que cambian nuestros planes. En estos casos solemos tratar de buscar la causa para solucionarlos, haciendo un análisis superficial que hace que vayamos apagando fuegos constantemente. Esta forma de proceder genera que los problemas se vuelvan recurrentes, ya que no los solucionamos de raíz, tan solo les ponemos unos parches.

Con el pensamiento sistémico este análisis se realizará de forma más profunda, analizando el problema desde todos los ángulos posibles y viendo sus causas y consecuencias tanto a corto como medio o largo plazo, así como analizando todas las interacciones que se producen con otros sistemas o elementos y la influencia que la solución que planteamos puede tener en ellos. 

El fenómeno que comentamos de apagar fuegos en el día a día se conoce como ceguera sistémica, pero revisando regularmente nuestros objetivos a medio o largo plazo podemos evitar que se produzca. De igual modo debemos revisar las relaciones (interacciones con otros sistemas), como son las familiares, de amistad, compañeros de trabajo, etc.

Aplicar el pensamiento sistémico en las organizaciones

pensamiento sistemico empresas

Si hablamos de empresas u organizaciones la clave de la aplicación del pensamiento sistémico es contemplar la empresa desde un punto de vista multidisciplinar y transdisciplinar, esto nos permitirá hacer un análisis profundo, definiendo de forma clara los puntos fuertes y débiles en todos los aspectos que abarca la empresa.

Es decir, se deben tener en cuenta los distintos departamentos que forman la empresa, las relaciones que hay entre los departamentos, pero también las relaciones con el resto de actores que interaccionan con la empresa: proveedores, distribuidores… De estas interacciones depende muchas veces la satisfacción con lo que ofrece la empresa. La correcta interconexión de las distintas áreas (internas y externas) de la empresa es lo que hará que los resultados sean satisfactorios.

Así que si estás pensando empezar a aplicar el pensamiento sistémico, tanto de forma individual como a nivel empresarial, lo primero es organizarse, pararse a identificar todos los sistemas que intervienen, definir el contexto en el que se desenvuelven y a partir de ahí analizar las interacciones, objetivos y demás, tanto a corto plazo como a medio o largo plazo. ¿Te atreves a ponerlo en práctica? 🙂

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