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Feb

El Design Thinking en la industria 4.0

Como ya comentamos en el post de La verdadera Historia del Design Thinking, esta metodología surge como una interpretación más amplia de la metodología de diseño, la cual nació de la mano de la industria, la transformó y se mantuvo con ella durante toda nuestra historia reciente. Es por ello que no se entiende la nueva industria, smart factory o industria 4.0 sin la participación del Design Thinking, tanto para el diseño de productos como de procesos, servicios o experiencias.

La verdadera historia del Design Thinking

Edificio de la Bauhaus, fuente Index Grafik

Para entender tanto el impacto de la nueva industria como la relación que tiene con la metodología del Design Thinking, antes tenemos que definir qué es esto de la industria 4.0

¿Qué es la industria 4.0?

La industria 4.0 surge a partir de la reflexión de que el acelerado cambio tecnológico que vivimos está produciendo una nueva revolución industrial, que sería la cuarta, de ahí el 4.0.

Fuente: Spica software

Antes de esta vivimos otras revoluciones que también vinieron dadas por un cambio tecnológico, en el caso de la primera fue la máquina de vapor, en la segunda la aparición de la electricidad y la producción en serie y en la tercera la aparición de la informática y la robótica.

Esta cuarta revolución industrial se caracteriza por la utilización de máquinas inteligentes interconectadas y el análisis de datos de los usuarios en tiempo real para la toma de decisiones. Se articula alrededor de varias tecnologías que cambiarán el mundo como lo entendemos hoy, como son la inteligencia artificial, el big data, la realidad virtual, la impresión 3D, la robótica colaborativa, el blockchain, IoT (el internet de las cosas) o la ciberseguridad.

Fuente: Innovation brokers

Cuándo nació el concepto industria 4.0

Si hacemos un recorrido histórico por las crisis más potentes de los últimos años a nivel mundial, podemos observar cómo después de las mismas se producen importantes cambios tanto en lo social como en lo económico o lo tecnológico.

En esta ocasión ha vuelto a suceder y tras el colapso financiero mundial y la crisis del 2008, comienza a tomar forma una nueva manera de entender el mundo, donde lo físico y lo digital tienden a encontrarse. En esos años sin ir más lejos aparecen metodologías de innovación como el Design Thinking o Lean Startup, se conoce a nivel global el crowdfunding de la mano de Kickstarter o se desarrolla el blockchain.

Así, el concepto industria 4.0 nació en la feria de la tecnología industrial de Hannover en el año 2011. Tanto Alemania como EEUU, fueron los dos países que antes implementaron una estrategia de reindustrialización que les permitió estar preparados para esta nueva revolución.

Los cambios que provocará la Smart Industry

La Smart Industry o Industria 4.0, va a suponer una transformación total tanto a nivel económico como social o empresarial, lo que nos obligará a reinventarnos y a ser más creativos que nunca.

En el plano económico va a suponer un gran impacto ya que los procesos de fabricación ya no dependerán tanto de los costes de la mano de obra, lo que probablemente descentralizará la producción de Asia. Esto afectará también en el plano social, ya que muchos empleos desaparecerán, creándose otros nuevos que hoy en día no existen, lo que nos llevará a un profundo cambio educativo.

A nivel empresarial esta revolución afectará sobre todo en los procesos de las compañías, que tendrán que ser rediseñados implementando nuevas tecnologías que les permitan ser competitivas. El análisis de los usuarios en tiempo real y la interconexión de estos datos con la producción permitirá una flexibilidad y una adaptación al mercado nunca antes vista.

Por qué el Design Thinking es importante en la industria 4.0

El Design Thinking se asienta en tres pilares fundamentales, las necesidades del usuario, la tecnología y la economía, poniéndolos en equilibrio para llegar a una innovación significativa.

design_thinking_innovacion

Como comentamos anteriormente, una revolución de esta magnitud va a tener un gran impacto en estas tres áreas y van a ser necesarias herramientas que nos permitan abordar tanto el proceso de transformación digital y tecnológico, como el social o el económico, que se van a llevar a cabo en los próximos años.

En este sentido la metodología de diseño hasta el 2008, y a partir de ahí Design Thinking, se presenta como la herramienta de innovación ideal para este proceso, tanto por su dilatada trayectoria de aplicación (más de 1 siglo), como por su conocimiento de la industria, la tecnología y los usuarios.

Así el Design Thinking nos ayudará a rediseñar procesos de fabricación o creación de productos o servicios tanto físicos como digitales, nos permitirá diseñar nuevas formas de interacción con las máquinas y nos dará la posibilidad de crear experiencias más personalizadas para nuestros usuarios.

El análisis de los datos de estos usuarios será cada vez más importante en los procesos de fabricación o creación de productos o servicios, por lo que aunque se nos presente un horizonte deshumanizado lleno de máquinas inteligentes y robots, el futuro pasa más que nunca por la innovación centrada en las personas.

 

Imagen de portada: Thaymedical

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